El Gobierno está recibiendo críticas por no poder frenar el ascenso de los precios de alquiler.
El Gobierno está transferiendo la responsabilidad de su fracaso en la política de vivienda a los gobiernos de las comunidades autónomas, en particular al de Madrid.
Las rentas de las viviendas solo se regulan en Cataluña, donde los precios de alquiler han aumentado un 6,2%.
El Gobierno presiona a las regiones para que sigan el modelo catalán, amenazando con redirigir los recursos a la Generalitat si no lo hacen.
El Gobierno ha incumplido varias promesas en relación con la vivienda, incluyendo la propuesta de la Ley del Suelo y el compromiso de construir 184.000 viviendas.
La intervención del Gobierno, incluyendo su actitud hacia los propietarios, ha conducido a la desconfianza y ha limitado la oferta de viviendas.
El costo promedio de un alquiler está llegando a 1.000 euros, y once comunidades están reportando precios récord.
El Banco de España advierte que el mercado de viviendas tiene un déficit de 600.000 unidades.
Conclusión: El Gobierno ha fallado en abordar la crisis de vivienda, y sus intentos de transferir la responsabilidad a las regiones, a la vez que amenaza con desviar los recursos si no siguen sus políticas, han exacerbado el problema.