La estrategia de polarización política de Pedro Sánchez ha comenzado a tener consecuencias inesperadas en sus propios intereses electorales.
El partido de Santiago Abascal, Vox, ha logrado robar votantes del Partido Socialista, evidenciado por una transferencia de votos del 3,9% del PSOE a Vox.
Vox ha implementado una nueva estrategia comunicativa que incluye apelaciones a las clases populares en temas como vivienda y poder adquisitivo.
El soporte de Vox está creciendo entre los votantes de clase media-baja, y en ciudades de más de 100.000 habitantes que no son capitales de provincia.
Vox, a través de la figura de Carlos Hernández Quero, ha adoptado consignas populistas tradicionalmente asociadas a Podemos.
La crisis de vivienda, la falta de perspectiva de los jóvenes y la percepción de inseguridad son problemas reales que están alimentando el populismo.
Conclusión: La estrategia de Pedro Sánchez de polarización y desacreditación política ha comenzado a funcionar en su contra, con votantes moviéndose hacia Vox. Es necesaria una solución real a los problemas actuales en lugar de fomentar más división.