La ofensiva israelí contra la franja de Gaza ha desatado una crisis sin precedentes de muerte, hambre y destrucción a pesar de las iniciativas internacionales y medidas punitivas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, avanza en el frente político doméstico para afianzar su poder, a pesar de las presiones internacionales.
La situación humanitaria en Gaza es catastrófica, contabilizando decenas de muertos civiles palestinos cada día.
Netanyahu está avanzando en una radicalización institucional para consolidarse en el poder, lo que entra en conflicto con el Tribunal Supremo israelí.
A pesar de las demandas de alto el fuego por parte de los ciudadanos israelíes y de la comunidad internacional, Netanyahu continúa con su campaña militar.
Conclusión: La situación en Gaza se ha convertido en una prueba de la voluntad real de la comunidad internacional de defender los principios de humanidad y justicia. Cada día de inacción condena a miles de inocentes.