La renuncia de Laura Sarabia, canciller colombiana, profundiza la sensación de descomposición del Gobierno de Gustavo Petro.
La renuncia se produce en medio de un escándalo por los intentos deliberados de Álvaro Leyva, el ex canciller, de desestabilizar al Gobierno.
Los audios revelados muestran que Leyva mantuvo contactos con sectores republicanos en los Estados Unidos para acelerar la caída de Petro, una violación grave del Estado de derecho.
La maniobra de Leyva ha encontrado un rechazo casi unánime, incluso de la vicepresidenta Francia Márquez, quien fue apuntada por Leyva como posible sustituta de Petro.
La trama de Leyva revela más problemas dentro del Gobierno de Petro, incluyendo luchas internas, decisiones contradictorias y una pérdida constante de confianza pública.
La falta de rendimiento de acciones y los conflictos internos han mermado significativamente la credibilidad del Gobierno de Petro, dejándolo vulnerable a ataques.
Conclusión: Es imperativo no solo rechazar firmemente todo intento de conspiración, sino también exigir buena gobernanza y responsabilidad al líder del estado para preservar la estabilidad institucional.