Vladimir Putin representa un peligro para su pueblo y para el mundo, evidenciado por la muerte repentina en prisión de su principal oponente, Alexei Navalni.
Navalni, un activista contra la corrupción del régimen, fue encarcelado hace más de tres años después de su regreso de Alemania, donde fue tratado por envenenamiento con neurotóxicos.
Las dictaduras sobreviven porque la mayoría de las personas no están dispuestas a luchar constantemente y pagar el alto precio de la persecución.
Navalni fue aislado en prisión bajo condiciones restrictivas y fue trasladado a una cárcel más terrible, muriendo bajo tortura.
Navalni enfatizó la importancia de resistir contra el despotismo y pidió el valor y la determinación para luchar.
El asesinato de Navalni desafía a Europa y a los Estados Unidos a demostrar que han escuchado su mensaje y que deben responder adecuadamente.
Conclusión: La muerte de Navalni es un fuerte recordatorio de los peligros que Putin representa tanto para su país como para el mundo. Navalni murió desafiando el autoritarismo y pidiendo resistencia, y ahora corresponde a Occidente honrar su sacrificio enfrentando a Putin.