Muchas iniciativas han sido implementadas para aumentar la visibilidad de las deportistas y otorgarles los mismos derechos que los deportistas masculinos, pero aún queda mucho por hacer.
Aún hay varios desafíos significativos que deben superarse. Particularmente, el día en que veamos a mujeres entrenando a hombres en gran número, podremos decir que se ha ganado la batalla.
Estos desafíos se extienden más allá del deporte y son representativos de los problemas que enfrentan las mujeres en la sociedad en su conjunto.
Los Juegos Olímpicos de París pueden ser una oportunidad para acelerar este progreso.
Las deportistas ya no tienen miedo del juicio de los demás, y eso es una gran avance.
Conclusión: El editorial resalta que, aunque se ha progresado en la equiparación de derechos entre deportistas femeninos y masculinos, existen aún retos que superar, particularmente en lo que respecta a los roles de liderazgo. Sin embargo, el creciente empoderamiento de las deportistas y su desafío a las normas existentes dan esperanzas de más avances en el futuro.