Los ciudadanos franceses no se sienten perdidos en el ambiente político tenso y preferirían disfrutar de los Juegos Olímpicos.
Los políticos, aunque a veces parecen no entender el fervor popular por los Juegos Olímpicos, también intentan aprovechar este evento.
El Presidente de la República ha trabajado duro para aprovechar este evento.
La izquierda francesa no pretende dejar el campo libre al ejecutivo y tiene argumentos válidos para reclamar una parte de este éxito.
La organización del evento ha sido casi perfecta, pero la postura de varias facciones, por ejemplo, sobre las implicaciones comerciales y ambientales de los Juegos, es conflictiva.
Conclusión: Es un momento en que la política y el deporte se entrelazan fuertemente, y aunque el ambiente político pre-Olímpico puede parecer tenso, los ciudadanos están decididos a disfrutar el evento a fondo. Además, los políticos buscan aprovechar este evento, lo que indica que la política está lejos de ser excluida.