Hay una profunda fractura en la sociedad de los Estados Unidos, visible en las diferencias ideológicas, de clase y a nivel identitario entre los electores.
Los apoyos para cada candidato se fraccionan en gran medida según el género, la raza y la procedencia de los votantes.
Las regiones más pobres tienden a votar republicano, mientras que las más ricas y educadas, demócratas.
Ambos candidatos pretenden reforzar la industria nacional y aumentar las inversiones en defensa de los aliados de la OTAN.
Las políticas de Trump, como su aislacionismo y cercanía con Rusia, podrían transformar la economía global y amenazar la estabilidad de Europa.
El candidato republicano no descarta sacar a EEUU de la Alianza Atlántica, lo cual representa una gran apuesta.
Conclusión: La elección tiene el potencial de profundizar la división existente en la sociedad de Estados Unidos y alterar significativamente el orden internacional.