El acceso a la vivienda en España representa un problema creciente sin solución a la vista.
Las políticas actuales han sido insuficientes, limitando la oferta inmobiliaria y presentando soluciones parcheadas.
El Plan Europeo para la Vivienda ofrece recomendaciones pero sigue siendo un desafío, especialmente en España, donde se estima un déficit de 700.000 viviendas.
Los precios de vivienda están en un punto insostenible, agudizados por una población creciente superando los 50 millones.
Las políticas de control de precios impulsadas por el Gobierno de Pedro Sánchez han sido ineficaces y contraproducentes.
Las medidas populistas han reducido la oferta de vivienda y aumentado los precios.
Conclusión: Es imperativo cambiar de enfoque, centrarse en liberalizar el suelo, reducir la burocracia y fomentar colaboración público-privada en lugar de seguir con políticas fracasadas.