El 2 de abril de 2025, los Estados Unidos de Donald Trump iniciaron una guerra comercial imponiendo un arancel universal del 10% sobre todos los productos que ingresen en EE UU.
El recargo será mayor para los países con los que Washington tiene un saldo comercial deficitario, por ejemplo, 34% para China y 20% para la UE.
Esta medida aumentará la tasa arancelaria efectiva de EE UU hasta un nivel no visto desde hace casi un siglo.
Estas sanciones afectarán a los mercados financieros, empresas y consumidores tanto en EE UU como en el resto del mundo.
Estas acciones pueden provocar una caída en el crecimiento económico y un aumento en la inflación.
El principal objetivo de Trump es reducir el déficit comercial y reindustrializar los EE UU.
La respuesta de la UE a estas medidas es crítica, especialmente dado su superávit comercial con EE UU.
El Gobierno de Pedro Sánchez en España ha anunciado un paquete de ayuda de 14.100 millones de euros para los sectores más afectados.
Conclusión: La política arancelaria de Trump representa una amenaza seria para la prosperidad global y puede cambiar el orden geoeconómico establecido.