Editorial: La Vanguardia

• Elon Musk, el hombre más rico del mundo, está acaparando más autoridad y poder en el gobierno de EE.UU, especialmente a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
• El DOGE no es una agencia federal oficial, por lo que no necesita la aprobación del Congreso. Esto podría plantear problemas de transparencia y responsabilidad.
• Musk también está usando su red social, X, para hacer política en el extranjero y promover partidos de extrema derecha, especialmente en Europa.
• El creciente poder de Musk podría provocar una fractura del Estado de derecho estadounidense, especialmente si se niega a pagar programas aprobados por el Congreso.

Conclusión: El poder creciente de Musk en la política estadounidense y extranjera, junto con su capacidad para evitar la supervisión del Congreso a través del DOGE, amenaza la estabilidad y transparencia del sistema democrático.

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