La DGAIA, organismo de la Generalitat de Cataluña, enfrenta dos graves crisis que obligan a revisar sus protocolos de actuación.
La primera crisis se refiere a un caso de abusos sexuales sufridos por una menor bajo la tutela de la DGAIA.
La segunda crisis está vinculada a una investigación por presunta malversación llevada a cabo por la Oficina Antifrau de Catalunya.
Se denuncia un posible fraude por parte de entidades que gestionan y controlan las ayudas ofrecidas a jóvenes ex-tutelados.
Se habla de un caso de obstrucción cuando un educador social señaló las irregularidades y fue instado a abandonar el servicio.
Conclusión: Es esencial que la DGAIA realice una revisión exhaustiva de sus protocolos y cure sus heridas antes de mirar al futuro. El grado de alarma social exige una transformación profunda para reforzar los sistemas de protección de los menores y restablecer su buen nombre.