El Congreso de los Diputados impulsa la reforma de su reglamento interno para evitar el boicot e interrupciones por parte de los pseudoperiodistas.
La mayoría de los partidos respaldaron la reforma, excepto los dos grandes partidos de derechas, PP y Vox; estos últimos argumentaron que la reforma podía mermar la libertad de expresión.
Existe preocupación por los agitadores y pseudoperiodistas que distorsionan la verdad y torpedean el derecho a la información.
Esta situación no es nueva y ha incrementado con el auge de las redes sociales, especialmente desde la pandemia, mediante la proliferación de canales que propagan falsedades y bulos.
La reforma propuesta podría implicar sanciones y potencialmente la privación de credenciales para aquellos que incurran en conductas inapropiadas.
Conclusión: La reforma va en la dirección correcta, pero no será suficiente para detener la avalancha de noticias falsas y bulos. Es esencial distinguir entre la información veraz y el discurso de odio, defendiendo un periodismo de calidad e independiente.