La industria automovilística alemana ha ganado tiempo en la descarbonización debido a que la Comisión Europea renunció a implementar autos totalmente eléctricos a partir de 2035.
En lugar de la prohibición anterior, los fabricantes de automóviles ahora deben apuntar a una reducción del 90% en las emisiones en comparación con los niveles de 2021.
Alemania aplaude la decisión, mientras que España y Francia piden objetivos más ambiciosos para combatir la crisis climática.
La procrastinación permite a la industria automovilística europea ganar tiempo para adaptarse y continuar vendiendo modelos de combustión.
La Comisión Europea ha aceptado el principio de 'neutralidad tecnológica', cada tipo de vehículo, no solo los eléctricos, que cumpla unos requisitos mínimos de contaminación pueda ser autorizado a circular.
La decisión mina la credibilidad de los esfuerzos por la descarbonización, provoca confusión entre los consumidores, distorsiona el mercado y perjudica a las empresas que apostaron por la movilidad eléctrica.
Conclusión: La decisión de la Comisión Europea de renunciar al objetivo del todo eléctrico ha creado una situación de ganancias y pérdidas y ha perturbado la confianza en los esfuerzos de descarbonización. Se necesitan medidas compensatorias y más apoyo para el sector de la movilidad eléctrica.