El Consejo Europeo acordó financiar a Ucrania con 90.000 millones de euros para evitar su bancarrota, a través de una emisión de deuda conjunta.
Los líderes europeos no lograron llegar a un acuerdo sobre el uso de activos rusos inmovilizados para financiar a Ucrania.
El fracaso de la propuesta inicial ha llevado a cuestionar la credibilidad de la Unión Europea.
La propuesta final se logró a través de una 'cooperación reforzada' para sortear los vetos de Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
El acuerdo se ve como una victoria de Putin y los euroescépticos dentro de la Unión Europea.
Por otro lado, el acuerdo constituye un apoyo financiero crucial para Ucrania.
Conclusión: El evento revela las grietas crecientes dentro de la Unión Europea y dificulta la unanimidad en torno al apoyo a Ucrania, sin embargo, la necesidad financiera inmediata de Ucrania ha sido garantizada.