Ahmed Al-Charaa, antes en las listas negras de las Naciones Unidas y de Washington, se ha convertido en el primer presidente sirio recibido en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha levantado las sanciones contra Ahmed Al-Charaa y su ministro del interior, Anas Khattab.
Donald Trump ha apoyado una transición siria, con la esperanza de abordar los enormes desafíos del país.
El nuevo poder sirio necesita la eliminación de las sanciones drásticas que se pusieron en vigencia después de la represión brutal del régimen de Bashar Al-Assad.
Un modus vivendi deberá encontrarse con la minoría kurda siria, a menudo despreciada por Damasco.
El nuevo poder debe esforzarse para prevenir y juzgar los actos de violencia contra las minorías alauitas y drusas.
El Estado Islámico está demostrando una resistencia preocupante, aprovechando el desorden creado por la caída de Bashar Al-Assad.
Conclusión: La estabilización de Siria depende de la exitosa transición de poder a Ahmed Al-Charaa, y se necesita el apoyo internacional para superar los numerosos desafíos que enfrenta el país.