Donald Trump ha mostrado una actitud sin precedentes de agresividad hacia el continente americano.
La violencia y presión política de Trump se ha extendido hacia América Latina, tratándola como un patio trasero.
La actitud beligerante de Trump hacia Honduras y Argentina ha llevado a chantajes y condiciones estrictas en beneficio a candidatos de la derecha.
La presión sobre Venezuela y Colombia refuerza su estrategia de fuerza y descortesía.
No hay claridad de una visión estratégica explicada públicamente por parte de su administración.
Trump presenta incoherencias en su política, como su lucha contra el narcotráfico y el perdonar a un ex presidente condenado por tráfico de drogas.
Conclusión: Donald Trump ha desarrollado un comportamiento agresivo y coercitivo hacia América Latina, sin una visión estratégica clara, acompañado de contradicciones en su política.