La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, recientemente revocó su promesa de implementar un sistema de tarificación de congestión.
La propuesta hubiera cobrado $15 a la mayoría de los conductores que ingresaran al núcleo densamente poblado de Manhattan.
Hochul citó preocupaciones de que la tarificación de congestión obstaculizaría la recuperación económica de Manhattan post-pandémica.
La cancelación de la tarificación de congestión amenaza los esfuerzos significativos para mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de Nueva York.
Los ingresos generados por la tarificación de congestión hubieran aportado críticamente al presupuesto de capital de la Metropolitan Transportation Authority.
Hochul no ha propuesto un plan serio para reemplazar estos ingresos anticipados.
A pesar de las protestas, los datos sugieren que la congestión de la tarificación ha sido exitosa en ciudades como Londres y Estocolmo.
Conclusión: Es esencial que Hochul revierta su decisión y reinstaure el sistema de tarificación de congestión, dado su potencial para mejorar la calidad de vida, el medio ambiente y la economía de Nueva York.